Post by Gwyn on Jul 22, 2019 10:37:52 GMT 1
Parte Primera: En busca del sabio
La investigación ha comenzado con la ayuda de lo auxilias, Stella Luminaris, una erudita venida de otro mundo y de Jace, espada de Kelanen. Lady Tanya Shankevar, se ha visto obligada a servir en sus tareas a Luar Thyr y no ha podido venir. Nos hemos dirigido a la biblioteca, Liliane ha concertado una cita con el sabio Edbur Branwerd, escolar de Delleb. Hemos llegado al lugar de reunión, pero el sabio no se encontraba allí, tras un rato esperándolo, unos 30 minutos. Se ha acercado un supuesto funcionario a preguntarnos el motivo de nuestra visita, parecía nervioso y no dejaba de observar el símbolo de Pholtus. Cuando Stella le pregunto su nombre, comenzó a dudar hasta de sí mismo, hasta que respondió que se llamaba Nathan. Nos dijo que el sabio estaba enfermo y que no vendría. Demasiado fortuito todo. El hombre no parecía un funcionario y vestía muy mal, Stella comenzó a indagar más y lo puso bastante nervioso, tanto que volcó todos los libros, decidí preguntar a un funcionario real, mientras Stella le sugirió a Jace que siguiera al hombre. No tardo en correr a la salida mientras arrastraba la culpa cual ancla, tropezándose con todo. Jace le siguió fuera de la biblioteca mientras Stella y yo preguntábamos al funcionario si había visto al sabio. No pretendía perseguir a un rufián por las calles, no era mi estilo, ni mi función. El hombre nos dijo que el sabio en efecto no aparecía en la biblioteca desde hacía dos días, la última que hablo con él fue Liliane. Así que temimos, lo peor, preguntamos la dirección del hombre y nos dispusimos a ir hacia allí para comprobar su seguridad, además la información que tenía era valiosa.
Al salir, regresaba Jace, había perseguido a Nathan, si es que ese era su nombre, le había perdido en la boca del rio, colándose por un drenaje de la alcantarilla ¿coincidencia? No lo creo. Tras ofrecer a Jace agua y dejarlo recomponerse un momento, nos dirigimos a paso veloz a la casa del sabio que se encontraba en el barrio noble junto al puente. Mientras íbamos allí, nos topamos con una chica, una niña de nombre Mary, que lloraba. La verdad me interesaba la seguridad del sabio, no de la niña, así que seguí de largo, pero Stella se detuvo a consolarla y hacerle preguntas, Jace también, pero la niña desconfiaba de él. Lo cierto es que fue una buena elección de Stella, pues la chica le conto que su madre había sido secuestrada junto con el sabio por un hombre cuya descripción encajaba con un guardia y el otro con el cobarde del Nathan. Señalo que los había llevado a través de las alcantarillas. Si bien, el testimonio de la chica nos había sido útil me hubiese gustado investigar a fondo la casa del sabio, pero ante las nuevas noticias y el peligro que corría, decidimos usar la misma entrada a los acueductos en busca del sabio y de la ciudadana.
Jace y yo ejercimos fuerza a la rejilla y logramos abrirla, descendimos, le había ordenado a Jace que protegiera siempre a Stella y así lo hice. Una vez abajo, caminamos hacia la oscuridad el túnel y llegamos a una pequeña sala mal oliente, como todo fiel de Pholtus no debemos caminar en lugares oscuros sin luz, así que mi guantelete iluminaba la estancia como una señal y un brillo guía. Nos encontramos con una gran A dibujada en color rojo, con una línea horizontal atravesándola, sin duda el símbolo de algún grupo irregular. Con esta imagen en mente, nos comenzamos a mover con premura, Stella nos iba guiando, pues su naturaleza celestial, le da cierta ventaja en la penumbra, nos indicaba que lugares debíamos seguir, pues estaban marcados quizá para los miembros de este grupo. Llegamos a una gran sala, en cuyas aguas estancadas flotaba un cadáver, bien vestido, aunque en avanzado estado de descomposición, no puedo creer que el gobierno de la ciudad tenga tan abandonadas esta zona, que por lo visto en es cuna de maleantes y lugares para asesinatos y secuestros.
Pasamos del cadáver de momento, pues debíamos centrarnos sobre todo en los vivos, especialmente en mantener con vida al sabio. La mujer tenía menos prioridad, pese a lo que creía Stella, aunque ella había escuchado la voz de la mujer abajo. No tardamos en encontrar el primer obstáculo en forma de una verja sospechosa, cubierta de una brea espesa y de olor caustico. La primera en divisarlo fue Stella, pero el olor lo percibimos todos. Sin duda se trataba de alguna trampa, entonces alce una plegaria a la mano de plata y revele la trampa, además de la forma desactivarla, Jace se ofreció voluntario, así que rece una letanía y le protegí contra los elementos por la gracia de Pholtus, pensado en que podría ser fuego lo que prendiera en esa brea. Sin embargo, todo fue bien, Jace corto la cuerda y el contrapeso se desactivo, pudimos seguir avanzado, no tardamos en escuchar el grito de desesperanza de la mujer, aunque antes de asimilarlo mejor, nos emboscaron, parece que esperaban que la trampa nos detuviera. Tontos y patéticos, se lanzaron hacia nosotros y se equivocaron. Jace demostró ser bastante eficaz, cuando lo vi ya había atravesado a dos. Mientras tanto, yo liquide al que se me acercaba con la espada y Stella nos advirtió de que haría algo, lanzo fuego de alquimista y abraso a los otros dos, Jace no se movió, pero gracias a la protección que le había otorgado, no le paso nada. Mientras los dos proscritos corrían a lanzarle al agua, le corte el cuello a uno y Jace decapito el otro. Sin más obstáculo, nos dirigimos en la dirección de donde procedían los gritos.
Accedimos por otra entrada, a una zona más recóndita de las cloacas y más inmunda si cabe, había restos de cuerpos por el suelo, grandes fémures y cosas que no quiero imaginar que era, supongo que en parte de lo que era la antigua ciudad y sus experimentos. Al fondo pudimos ver otra gran A y mientras nos acercábamos, oímos las voces esta vez más claras. El cobarde del Nathan, mencionaba a un hombre que llamo William, que no quería matar a la mujer. Esta yacía en el suelo desangrándose con una gran herida en el pecho. Debimos tomarle por sorpresa, aunque Stella parecía consternada, tanto que les arrojo el fuego alquímico, quizá en dirección a William, que a primera vista parecía un guardia de la ciudad, en vez de eso le dio de lleno a Nathan, que abrasado se revolcaba por el suelo hediondo. Jace y yo encaramos a William y aunque era bastante hábil no tardo en verse superado por los dos. Mientras mi bastarda le hería en el hombro, ante la sorpresa de William, Jace le atravesó el corazón de atrás hacia adelante con su Krei Messer, mejor conocido como Alfanjón. Con su último aliento, William no encontró otra forma que desperdiciarlo insultándonos. Mientras revisábamos la zona e interrogábamos a un abrasado Nathan, Stella examinaba a la mujer fallecida. Nathan nos contó que “no quería” matar a la mujer y que la mente tras de todo era William, además de facilitarnos la llave para acceder a la celda del sabio. Mientras lo hacíamos Stella descubrió que la mujer tenía pulso y le dio de beber varias pociones que le salvaron la vida. Me acerque y le sane el resto de las heridas, parecía que iba estar bien y podría ser un potencial testigo, su nombre es Anna.
Nos habló de como William le había obligado bajo amenaza por parte de Nathan, de ayudar en el secuestro del sabio. Sin duda habrá consecuencias, pero por su colaboración, se rebajará su pena. También menciono que había junto a los otros dos una mujer y un elfo, esto daba más preguntas que respuestas. Nathan, revelo que la A, era el símbolo del grupo; los anarquistas. Sus intenciones sin duda van ligados a su nombre. Jace libero al sabio que no sabía ni donde estaba y parece que ignoraba que estaba secuestrado. Liliane me había dicho que era excéntrico, pero parecía totalmente perdido, al menos ante la mención de mi escudera, pareció reconocerla y se fue con nosotros, aunque por momentos se perdía. Una salimos de aquel apestoso lugar, hable con la guardia, le dijo que había dos cadáveres abajo y llevaron detenido a Nathan el cual más tarde interrogaría, también mencione de llevar los cadáveres al cuartel, no solo eran pruebas valiosas, si no que podría quizá interrogarles luego, Jace parecía contrariado cuando mencione esto. El sabio lo llevaríamos a su casa bajo vigilancia, mientras que Anna y Mary serian llevadas al templo de la triada, no confiaba del todo en la corrupción de la guardia. Allí rendirían declaraciones bajo la luz de Pholtus. Quede de hablar con Stella y Jace al otro día para resolver lo del pago por sus servicios, pero las interrogaciones y examinar las pistas nos llevara tiempo. Entonces les hare llamar de nuevo, entre tanto solo tenía en mente una cosa, con prioridad y urgencia, darme un baño y que Liliane limpie la armadura.