Post by sinner on May 8, 2019 20:47:55 GMT 1
Cuando Acut, la pandillera, trataba de colarse por la ventana de la Sede de Los Jabalíes de Plata en Lual Thyr, Zarrael abrió de par en par dicho ventanal para hacerla pasar.
El tipo portaba su sombrero con pluma roja y parecía nervioso, examinando unos pergaminos con facturas y encargos, con un ábaco en la mano, haciendo cuentas.
Había mandado a Hecate, recién contratada a entregar un comunicado preocupante a Lady Tanya Shenkevar. Hecate había partido junto a una amiga que visitaba la ciudad por primera vez, Stella.
Llamaron entonces a la puerta. Se trataba de una mercenaria mediana llamada Zhurik...al parecer arquera.
Zarrael había anunciado el trabajo en una taberna, se trataba de vigilar cierta zona humilde de los muelles.
Mientras Zarrael ardía en cólera revisando las facturas que el no había firmado y los encargos de mercancías extrañas, como ovejas disecadas o cuerdas de colores, terminaron por llegar Hecate, Stella y mas tarde Tanya, que traía un semblante severo, incluso podría decirse que indignado y agresivo.
Al parecer, varios mercantes de poco calado habían sido victimas de robos de mercancía. Uno de ellos, relacionado con un encargo de vestidos de Zarrael también portaba uniformes con el Blasón de la Casa Shenkevar, la casa de Tanya.
Los rumores apuntaban a que algún testigo afirmaba que se había visto a varios hombres sospechosos, amparado por la noche, transportando cajas y petates, hombres que portaban el Blasón del Lirio Blanco de la casa Shenkevar.
Zarrael entregó un manuscrito con la ruta, mercancías y ubicación de ese mercante Capitaneado por Julius.J y el grupo se marcho a investigar el asunto, salvo Zarrael, que seguía estampando el ábaco en la pared, rompiendo pergaminos y maldiciendo por culpa de esas facturas falsas recibidas, jurando que no iba a pagarlas, gritando como un loco y refugiándose en una botella de Ron.
El Barrio de los Muelles estaba poco transitado. Donde los barcos tenían mas renombre e influencia la fuerte vigilancia era notablemente visible, pero a medida que fueron internándose hasta la zona donde atracaban los mercantes mas humildes y menos influyentes la densidad de transeúntes, vigilantes y trabajadores disminuía, hasta llegar al final del muelle, donde no podía verse ni un alma, por que nadie parecía transitar por allí, y por la densa niebla que cubría el lugar.
El grupo se paró delante de la pasarela del mercante, que resultaba ser un maltrecho Barcoluengo pesquero con un camarote superior hecho con maderos y una vela para no depender de los remos.
El grupo de investigadores se percataron de que se marcaban unas sangrientas huellas en la pasarela de la embarcación. Tanya pudo advertir que su origen no era natural, pero eso perdió importancia cuando Hecate decidió bajar a la bodega del barco, mientras la mediana Zhurik la cubría con su arco desde la cubierta.
La bodega había sido desvalijada y solo quedaban un par de cajas con vestidos que no habían robado.
Lo perturbador fue descubrir el cadáver del capitán, con la cara destrozada y una enorme jaula abierta, de la que parecía haber escapado un ser con la fuerza suficiente como para reventar la cerradura.
Stella parecía fijarse en todos los detalles, muy centrada en la seguridad de su amiga Hecate.
En el camarote superior, entre los utensilios de navegación, Hecate encontró un manuscrito, una carta inacabada que leyó pero no compartió con el resto del grupo, por sus propias razones.
<Querida Devora. Esta Cuidad es demasiado peligrosa como para mantener a nuestro hijo. Se me parte el corazón al tener que enjaularlo, su naturaleza y la tuya están perseguidas por las autoridades, aquí y en Kenth.
A veces pide misericordia, llorando lastimero y otras amenaza con matarme, cada día esta mas agresivo y mas fuerte.
Atracaré en una cala cerca de Lual Rhus, nos reuniremos en ella para decidir que hacer con el...>
(La carta parecía inacabada)
Entonces se escuchó un desgarrador grito desde la densa niebla que cubría los callejones cercanos, donde de vez en cuando los mas atentos había visto figuras acechantes, espiándolos sigilosamente con oscuras intenciones.
Tanya y Zhurik, acompañados después por Acut y un recién llegado Nazorg, contratado por Zarrael esa misma noche y enviado al lugar, descubrieron a un hombre con varios trozos de la cara arrancados, desangrándose en el suelo con la pierna rota y doblada, asomándole el hueso. Ese hombre portaba el uniforme con el Blasón de la Casa Shenkevar, lo que provocó la ira de Tanya mientras Acut y Nazorg salieron a la carrera en busca del causante de esas heridas o sencillamente, el resto de figuras acechantes.
Antes de morir, siendo interrogado, el hombre herido confesó que un hombre con sombrero con pluma roja, describiendo con mas detalle a Zarrael. Ahora si Tanya estaba furiosa.
El impostor había dicho que Zarrael le habia pagado a el y sus compinches para fraguar esa treta, dañar a la casa Shenkevar y hacerse con las mercancías siempre ataviados con los uniformes. Señaló la taberna cercana antes de morir, como el lugar donde habían ultimado el plan y los pagos.
No consiguieron encontrar ni al ser causante de las heridas ni al resto de acechadores nocturnos que habian dejado a su compañero morir para escapar. La niebla era demasiado densa y el distrito contaba con demasiados rincones oscuros y callejones para esconderse.
El grupo volvió a reunirse delante del mercante, donde se habían quedado Hecate y Stella. Fue una conversación muy tensa donde solo Hecate dudaba de la culpabilidad de Zarrael. Acut propuso que podría haber sido otro impostor, pero no muy segura, pensar mal de Zarrael es siempre algo inteligente.
Pero, de la cercana Taberna empezaron a escucharse gritos y golpes, hasta que Zarrael salió corriendo, perseguido por los compinches que portaban el Blasón del Lirio Blanco, culpándole de la muerte de su compañero y exigiendo el pago de su trabajo a gritos.
Los compinches lograron escapar, dejando atrás los uniformes por el camino para desvincularse del tema. Uniformes que Acut y Nazorg encontraron mas tarde. Pero lo primero que hicieron fue neutralizar a golpes a Zarrael, justo cuando lo habían arrinconado y les amenazaba con un puñal.
Cuando lo llevaron ante el resto del grupo todos descubrieron que ese tipo vestia como Zarrael, tenia la misma perilla y sombrero, pero no era Zarrael, era un impostor quien lo había organizado todo.
-Vosotros matasteis a mi padre, ¡le costasteis una oreja! y ahora le han ejecutado, habéis destrozado a mi familia.-
Al parecer se trataba del hijo del guardia corrupto al que interrogaron y lograron entregar a la guardia de Lual Thyr tiempo atrás, cuando investigaron el asunto del robo de caravanas.
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Participantes:
Acut. Tanya. Stella. Hecate. Nazorg. Zhurik. (Zarrael. Narración y liante)
Gracias a todos por participar.
Este relato es solo un relato, todo lo que se use on rol debe pasar por el beneplácito de los DMs
El tipo portaba su sombrero con pluma roja y parecía nervioso, examinando unos pergaminos con facturas y encargos, con un ábaco en la mano, haciendo cuentas.
Había mandado a Hecate, recién contratada a entregar un comunicado preocupante a Lady Tanya Shenkevar. Hecate había partido junto a una amiga que visitaba la ciudad por primera vez, Stella.
Llamaron entonces a la puerta. Se trataba de una mercenaria mediana llamada Zhurik...al parecer arquera.
Zarrael había anunciado el trabajo en una taberna, se trataba de vigilar cierta zona humilde de los muelles.
Mientras Zarrael ardía en cólera revisando las facturas que el no había firmado y los encargos de mercancías extrañas, como ovejas disecadas o cuerdas de colores, terminaron por llegar Hecate, Stella y mas tarde Tanya, que traía un semblante severo, incluso podría decirse que indignado y agresivo.
Al parecer, varios mercantes de poco calado habían sido victimas de robos de mercancía. Uno de ellos, relacionado con un encargo de vestidos de Zarrael también portaba uniformes con el Blasón de la Casa Shenkevar, la casa de Tanya.
Los rumores apuntaban a que algún testigo afirmaba que se había visto a varios hombres sospechosos, amparado por la noche, transportando cajas y petates, hombres que portaban el Blasón del Lirio Blanco de la casa Shenkevar.
Zarrael entregó un manuscrito con la ruta, mercancías y ubicación de ese mercante Capitaneado por Julius.J y el grupo se marcho a investigar el asunto, salvo Zarrael, que seguía estampando el ábaco en la pared, rompiendo pergaminos y maldiciendo por culpa de esas facturas falsas recibidas, jurando que no iba a pagarlas, gritando como un loco y refugiándose en una botella de Ron.
El Barrio de los Muelles estaba poco transitado. Donde los barcos tenían mas renombre e influencia la fuerte vigilancia era notablemente visible, pero a medida que fueron internándose hasta la zona donde atracaban los mercantes mas humildes y menos influyentes la densidad de transeúntes, vigilantes y trabajadores disminuía, hasta llegar al final del muelle, donde no podía verse ni un alma, por que nadie parecía transitar por allí, y por la densa niebla que cubría el lugar.
El grupo se paró delante de la pasarela del mercante, que resultaba ser un maltrecho Barcoluengo pesquero con un camarote superior hecho con maderos y una vela para no depender de los remos.
El grupo de investigadores se percataron de que se marcaban unas sangrientas huellas en la pasarela de la embarcación. Tanya pudo advertir que su origen no era natural, pero eso perdió importancia cuando Hecate decidió bajar a la bodega del barco, mientras la mediana Zhurik la cubría con su arco desde la cubierta.
La bodega había sido desvalijada y solo quedaban un par de cajas con vestidos que no habían robado.
Lo perturbador fue descubrir el cadáver del capitán, con la cara destrozada y una enorme jaula abierta, de la que parecía haber escapado un ser con la fuerza suficiente como para reventar la cerradura.
Stella parecía fijarse en todos los detalles, muy centrada en la seguridad de su amiga Hecate.
En el camarote superior, entre los utensilios de navegación, Hecate encontró un manuscrito, una carta inacabada que leyó pero no compartió con el resto del grupo, por sus propias razones.
<Querida Devora. Esta Cuidad es demasiado peligrosa como para mantener a nuestro hijo. Se me parte el corazón al tener que enjaularlo, su naturaleza y la tuya están perseguidas por las autoridades, aquí y en Kenth.
A veces pide misericordia, llorando lastimero y otras amenaza con matarme, cada día esta mas agresivo y mas fuerte.
Atracaré en una cala cerca de Lual Rhus, nos reuniremos en ella para decidir que hacer con el...>
(La carta parecía inacabada)
Entonces se escuchó un desgarrador grito desde la densa niebla que cubría los callejones cercanos, donde de vez en cuando los mas atentos había visto figuras acechantes, espiándolos sigilosamente con oscuras intenciones.
Tanya y Zhurik, acompañados después por Acut y un recién llegado Nazorg, contratado por Zarrael esa misma noche y enviado al lugar, descubrieron a un hombre con varios trozos de la cara arrancados, desangrándose en el suelo con la pierna rota y doblada, asomándole el hueso. Ese hombre portaba el uniforme con el Blasón de la Casa Shenkevar, lo que provocó la ira de Tanya mientras Acut y Nazorg salieron a la carrera en busca del causante de esas heridas o sencillamente, el resto de figuras acechantes.
Antes de morir, siendo interrogado, el hombre herido confesó que un hombre con sombrero con pluma roja, describiendo con mas detalle a Zarrael. Ahora si Tanya estaba furiosa.
El impostor había dicho que Zarrael le habia pagado a el y sus compinches para fraguar esa treta, dañar a la casa Shenkevar y hacerse con las mercancías siempre ataviados con los uniformes. Señaló la taberna cercana antes de morir, como el lugar donde habían ultimado el plan y los pagos.
No consiguieron encontrar ni al ser causante de las heridas ni al resto de acechadores nocturnos que habian dejado a su compañero morir para escapar. La niebla era demasiado densa y el distrito contaba con demasiados rincones oscuros y callejones para esconderse.
El grupo volvió a reunirse delante del mercante, donde se habían quedado Hecate y Stella. Fue una conversación muy tensa donde solo Hecate dudaba de la culpabilidad de Zarrael. Acut propuso que podría haber sido otro impostor, pero no muy segura, pensar mal de Zarrael es siempre algo inteligente.
Pero, de la cercana Taberna empezaron a escucharse gritos y golpes, hasta que Zarrael salió corriendo, perseguido por los compinches que portaban el Blasón del Lirio Blanco, culpándole de la muerte de su compañero y exigiendo el pago de su trabajo a gritos.
Los compinches lograron escapar, dejando atrás los uniformes por el camino para desvincularse del tema. Uniformes que Acut y Nazorg encontraron mas tarde. Pero lo primero que hicieron fue neutralizar a golpes a Zarrael, justo cuando lo habían arrinconado y les amenazaba con un puñal.
Cuando lo llevaron ante el resto del grupo todos descubrieron que ese tipo vestia como Zarrael, tenia la misma perilla y sombrero, pero no era Zarrael, era un impostor quien lo había organizado todo.
-Vosotros matasteis a mi padre, ¡le costasteis una oreja! y ahora le han ejecutado, habéis destrozado a mi familia.-
Al parecer se trataba del hijo del guardia corrupto al que interrogaron y lograron entregar a la guardia de Lual Thyr tiempo atrás, cuando investigaron el asunto del robo de caravanas.
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Participantes:
Acut. Tanya. Stella. Hecate. Nazorg. Zhurik. (Zarrael. Narración y liante)
Gracias a todos por participar.
Este relato es solo un relato, todo lo que se use on rol debe pasar por el beneplácito de los DMs