Post by kindarnakes on Dec 28, 2021 23:10:07 GMT 1
Nombre: Daecan Krisleth
Raza: Elfo del bosque
Deidad: Wee Jas
Lugar de procedencia: Bosques al norte de Bayas-Rathu
Descripción física: Un hombre bajito, al menos para los humanos, de altura normal para los elfos. Delgado y ágil, no muy fuerte y nada llamativo. Esconde siempre más armas de las que uno puede imaginar. Vestido con ropas y armaduras holgadas. Con las botas siempre llenas de barro y acompañado por un perro de caza que ladra a la mínima provocación. Se suele ver llevando un arco y un carcaj a la espalda, pero también con cuchillos y otras armas arrojadizas. Nunca se sabe que se va a sacar de entre las ropas.
Descripción psicológica: Hombre silencioso, de pocas palabras. Suele tener muy claro sus objetivos y no mostrar duda ante sus actos. Extremadamente profesional no descuida el entorno, por muy familiar que pueda ser este. No parece en exceso devoto, pero siempre lleva una moneda de plata con el símbolo de la calavera en llamas de Wee Jas y parece atesorarla mucho. La palabra dada es ley, y esa es la única ley que respeta siempre, la de sus palabras y sus empleadores, haciendo uso de lo que necesite para cumplir sus objetivos, siempre fiel al contrato y las condiciones de este.
Origen:
- Si, ha nacido ... - Una elfa anciana miraba a un bebe recién nacido durante la noche. - No esperábamos un Krisleth en esta era, pero la diosa lo ha enviado, no ha nacido ninguno en este mundo hasta ahora.
- Mi hijo, yo quería que naciese bajo el signo del guardián de los bosques, no bajo el signo de Kristleth. - Un elfo joven miraba a la anciana con tristeza. - Su vida estará marcada...
- Nada puede hacerse, la diosa así lo ha dictado, nuestro hijo ha nacido bajo su amparo, y tomará ese nombre...
Ochenta años después, en una noche de luna oscura, un joven elfo fue ungido con su nombre, y con la representación de este, que le acompañaría el resto de su vida, y para la que se había preparado desde el momento de su nacimiento. Sangre, insultos y una vida apagándose. Un joven elfo cortando el cuello de un hombre que contaba ya en su moribundo cuerpo con más de diez flechas. Un hombre que desafió la voluntad de la diosa interrumpiendo el rito de la noche de luna llena. Venganza, muerte, represalia. Un Krisleth se había alzado, ¿Cuánto durara el nombre entre los vivos antes de que la diosa finalmente lo reclame como a tantos otros antes que a él?